Además del hecho que en México muchos negocios simplemente no pueden operar sin pagar sobornos, la corrupción al interior de las empresas es también un gran problema[55] y está respaldada por la amplia impunidad existente[56] . Los niveles de corrupción en el país han llevado a México al segundo lugar a nivel mundial[57] solo por debajo de África.
Esto tiene su raíz en la mala regulación legal, hasta el punto que para una empresa corrupta es más barato pagar las consecuencias de sus actos ilegales en México, si llega a tener consecuencias[58] . En muchos casos es más probable que las consecuencias se den solamente en el extranjero, como en nuestro vecino país del norte en donde pagan hasta 2 o más veces el costo por el mismo delito[59] , esto sin contar el hecho que en México muchas veces no se logra ni siquiera procesar el mismo delito confirmado y sancionado en el extranjero. La corrupción en México puede llegar a representar hasta el 9% del PIB de todo el País, según varios estudios[60] , siendo esto un reflejo de la falta de certeza jurídica para hacer negocios.
Uno de los grandes y emblemáticos fenómenos de la corrupción empresarial en México son los monopolios[61] , que surgen por apoyo del gobierno o de iniciativas que privatizan las paraestatales en imperios privados, beneficiando a grupos de poder afines. Otro gran problema es la informalidad a que recurre la gran mayoría de empresarios en pequeño, debido a las diversas barreras para legalizar sus operaciones[62] .
Podemos decir que la concentración de la riqueza y el poder en México no solo sigue vigente, sino que ha aumentado aun con las restructuraciones y reformas que se han implementado en los últimos años[63] .
lunes, 3 de octubre de 2016
Factores que favorecen la corrupción en México
Así como las fuerzas naturales tienden hacia la entropía, la tendencia a la corrupción es una fuerza presente en la naturaleza humana, que busca siempre ganar transitando por el camino más fácil, de menor esfuerzo y más bajo costo. Nace del mismo impulso básico por sobrevivir, pero distorsionado por la ambición desmedida de poder y dinero, hasta convertirse en Megalomanía. Tiene su raíz en el miedo, en la incertidumbre sobre lo que pueda ser el futuro y la necesidad de buscar seguridad a través del control del medio en que nos desenvolvemos, llevado al extremo del beneficio individual sobre el común, con un enfoque egoísta.
Desde un punto de vista neutral, es resultado de la falta de condiciones que hagan más costoso seguir el camino de la corrupción en comparación con el de la legalidad, "aquello que abarata relativamente el coste del acto delictivo estará promoviendo su comisión"[
La corrupción no es algo genético, ha crecido y se ha fortalecido en México alrededor de la complicidad y las amplias redes que se tejen a partir de esta, propiciada por el miedo social a la violencia de estado[6] [7] y la falta de controles sistemáticos que funcionen eficazmente para su definición, su prevención, su detección y una acción efectiva para corregir los incidentes cuando se verifican[8] . La corrupción ha llegado hasta el punto de volverse, definitivamente, parte del sistema y desarrollar resistencia a cambios que pudieran limitarla efectivamente, degenerando en una guerra sucia contra el pueblo para asegurar salir impune, siendo esta impunidad el distintivo y agravante en México[9] .
Frases como "el que no tranza no avanza", "Dios, no te pido que me des sino que me pongas donde hay, yo solito agarro" y otras similares son iconos que reflejan cuan arraigada y aceptada es la cultura de la corrupción en México[10] , hasta convertirse en una acto inconsciente.
En las siguientes secciones haremos un recuento de la situación actual y los factores que propician la Corrupción en México. Documentaremos más adelante en el recuento histórico de la Corrupción en México los hechos, los factores culturales y sociales pasados que la han favorecido y como están íntimamente relacionados con la ambición y el poder ejercido por intereses internos y externos al país.
Desde un punto de vista neutral, es resultado de la falta de condiciones que hagan más costoso seguir el camino de la corrupción en comparación con el de la legalidad, "aquello que abarata relativamente el coste del acto delictivo estará promoviendo su comisión"[
La corrupción no es algo genético, ha crecido y se ha fortalecido en México alrededor de la complicidad y las amplias redes que se tejen a partir de esta, propiciada por el miedo social a la violencia de estado[6] [7] y la falta de controles sistemáticos que funcionen eficazmente para su definición, su prevención, su detección y una acción efectiva para corregir los incidentes cuando se verifican[8] . La corrupción ha llegado hasta el punto de volverse, definitivamente, parte del sistema y desarrollar resistencia a cambios que pudieran limitarla efectivamente, degenerando en una guerra sucia contra el pueblo para asegurar salir impune, siendo esta impunidad el distintivo y agravante en México[9] .
Frases como "el que no tranza no avanza", "Dios, no te pido que me des sino que me pongas donde hay, yo solito agarro" y otras similares son iconos que reflejan cuan arraigada y aceptada es la cultura de la corrupción en México[10] , hasta convertirse en una acto inconsciente.
En las siguientes secciones haremos un recuento de la situación actual y los factores que propician la Corrupción en México. Documentaremos más adelante en el recuento histórico de la Corrupción en México los hechos, los factores culturales y sociales pasados que la han favorecido y como están íntimamente relacionados con la ambición y el poder ejercido por intereses internos y externos al país.
Corrupción en México
La Corrupción en México ha sido tradicionalmente señalada por muchos analistas como uno de los principales problemas políticos y económicos del país. Además las encuestas a principios del siglo XXI, señalan que el grado de corrupción existente ha afectado negativamente a la legitimidad política, transparencia de la administración y eficiencia económica en cuanto a rendición de cuentas del país hacia el interior y exterior de si mismo.[1]
La gran mayoría de estás prácticas corruptas han ido desarrollándose y sentando sus bases a lo largo de varios siglos de historia, fueron dejadas como herencia de la gran elite política para la consolidación de una oligarquía mediante un gobierno autoritario y represor [1] . En mayor medida se fueron acrecentando y consolidando a lo largo del siglo XX con la llegada del primer partido político de México al poder, el PRI.
En el año 2014 durante la realización del Índice de Percepción de la Corrupción –una medida entre 0 (Muy Corrupto) y 100 (Muy Transparente) de los niveles de corrupción percibidos por el sector público en 175 países y territorios evaluados– México obtuvo una calificación de 35, y ha sido catalogado como uno de los 70 países más corruptos en el mundo, así como el país más corrupto de los 34 estados que conforman la OCDE.
La gran mayoría de estás prácticas corruptas han ido desarrollándose y sentando sus bases a lo largo de varios siglos de historia, fueron dejadas como herencia de la gran elite política para la consolidación de una oligarquía mediante un gobierno autoritario y represor [1] . En mayor medida se fueron acrecentando y consolidando a lo largo del siglo XX con la llegada del primer partido político de México al poder, el PRI.
En el año 2014 durante la realización del Índice de Percepción de la Corrupción –una medida entre 0 (Muy Corrupto) y 100 (Muy Transparente) de los niveles de corrupción percibidos por el sector público en 175 países y territorios evaluados– México obtuvo una calificación de 35, y ha sido catalogado como uno de los 70 países más corruptos en el mundo, así como el país más corrupto de los 34 estados que conforman la OCDE.
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